LOS PRINCIPIOS DE UNA LEYENDA

Apareció hace tres años,
dieciséis recién cumplidos,
y una cara de neniño....
como de no haber roto
un plato.

Sentado en aquel escaño
de la sauna de la izquierda,
con rostro barbilampiño
y mirada un tanto aviesa.

Después de todo este tiempo,
y con la barba crecida,
cuidada con mucho esmero,
por experto peluquero,
se ha transformado en atleta,
en APOLO redivivo,
y aprendido de mis guiños,
sin costarle una peseta.

Con sus pectorales planos
comenzamos a entrenar,
y a base de DALLE,DALLE,
se comenzó a transformar.

El press de banca inclinado,
fué entonces,
su religión,
y cerramos muchas bocas
de algún jodido cabrón.

Hoy, cuando
mirando hacia atrás sin ira,
cuento el tiempo
ya pasado,
fijándome en el que mira,
lo doy por bien empleado.

Pues en este afloja y tira
de las horas de gimnasio,
le sirvieron de prefacio
a una etapa visceral,
convirtiendo en Catedral
lo que fue una humilde ermita,
como la del eremita
que conoce desde antaño,
de sabiduría lleno.
(hablo de aquel ermitaño
que muy cerca del Teleno
habita ).

Le dije: ponte derecho !!
y entendió la admonición :
encorvando las espaldas
se convirtió en empollón.

Ya terminó el primer curso
y con notas excelentes,
conseguidas con esfuerzo
y un pouquiño de aguardiente.

Si todo siguiera así
y no se lo llevan preso,
logrará salir ileso
de la trampa que tendí.

Hoy ha entrado en la leyenda,
mañana puede salir,
también puede que no salga,
y se quede en esta tienda,
sentado sobre sus nalgas,
pensando en verlas venir.

El capítulo de hoy
lo doy por bien rematado
y
sin salir al encerado,
ahora mismo yo me voy,
y me retiro a mi hacienda
a comerme la merienda
con cariño preparada,
y termino la encomienda,
aquí me quedo,
aquí estoy,
basta esta vez compañero,
y sigue siendo el remero
desde mañana hasta hoy
como aquel Can : Cancerbero
y Caronte en la laguna
buscándote la Fortuna
soportando el aguacero
y comiendo
una aceituna
a la salud de Portero.